Imagínese en el metro, en el tren, en el restaurante, en cualquiera de estos lugares públicos donde nada es más desagradable que ser perturbado por un inconsciente que habla de su triste vida íntima, da órdenes o explosiones de reír sin siquiera compartir la causa.

Así que imagina que en un momento así, la conversación se interrumpe. El chico, el pollito mira su mudo móvil, preguntándose qué está pasando, sin entender nada. Jurando después de esta mierda que no funciona.

Y se da cuenta de que la persona responsable de esta interrupción es usted ... (o su vecino).

El principio es simple: el jammer envía una señal lo suficientemente potente como para evitar que los teléfonos adyacentes se comuniquen con las antenas que conectan las llamadas. Los niños cubren unos pocos metros (comienzan en $ 50), algunas compañías compran una cantidad fija (de $ 1,000 a $ 4,000 o más) que proporciona tranquilidad en una habitación, una habitación, un edificio.

Entre los usuarios hay un psiquiatra que está cansado de ser interrumpido en medio de una sesión de terapia, un gerente de restaurante que no puede soportar ver las llamadas que distraen constantemente a sus empleados y maestros, quienes se aseguran de que sus La enseñanza no será perturbada por el exterior.

Las víctimas colaterales (las que no hicieron nada malo) pueden ser muy numerosas.

Entonces, lo que está codificando es que el teléfono 4g es el más insoportable, la persona que no sabe cómo contenerse en público y le molesta con su mierda o la que se da el derecho de restaurar el orden solo, sin mucho más. de consideración por los derechos de los demás?

Para explicar este enigma, Todd Humphreys señala un estuche de apariencia normal en un rincón del estudio: "Es un spoofer (" usurpador "), un simulador de GPS. Recoge las señales auténticas de los satélites GPS, luego las retransmite en la misma longitud de onda después de cambiar ligeramente las coordenadas. Los sistemas GPS del vecindario capturarán como prioridad la falsa señal del spoofer, porque es más poderoso que el de un satélite ubicado a 20 000 kilómetros de la Tierra. "Si instalé uno en el techo de este edificio con una buena antena, podría distorsionar todos los atascos del vecindario, e incluso los aviones que vuelan sobre la ciudad".

Según Todd Humphreys, un spoofer utilizado con fines maliciosos por piratas informáticos, mafiosos o terroristas podría causar desastres en la cadena, ya que los sistemas de GPS ahora juegan un papel vital en muchos sectores de actividad: transporte terrestre, aéreo y aéreo. transporte, manejo de contenedores, guía de maquinaria agrícola, comunicaciones electrónicas e incluso bancos, que utilizan señales satelitales como un reloj universal para fechar transacciones financieras hasta una centésima de segundo.

Ya, el contraataque está organizado. En Gran Bretaña, un consorcio de laboratorios públicos y privados ha desarrollado un dispositivo capaz de detectar la presencia de perturbadores de GPS. En las pruebas realizadas a lo largo de las carreteras inglesas, los investigadores se sorprendieron al descubrir que ya son bastante comunes: varias detecciones a la semana en una sola intersección, tomadas al azar.

En Austin, Todd Humphreys completó el desarrollo de un dispositivo aún más avanzado que identificará los interceptores GPS y permitirá que la policía los capture. Pero, además, se da cuenta de que los nuevos transmisores de radio de tipo USRP (software periférico de radio universal), muy populares entre los investigadores y los radioaficionados porque cubren todos los rangos de ondas, pueden transmitir una señal en las frecuencias GPS. Lo que provoca un atasco muy efectivo. La guerra jammer apenas está comenzando.